25.4.09

1.836.500 personas


Me gustan las palabras de la gente.
Parece que se tocan, que se palpan.
Los libros no; las páginas se mueven
como fantasmas.
Pero mi gente dice cosas formidables,
Que hacen temblar a la gramática.
¡Cuánto del cortar la frase,
cuánta de la voz bordada!
Da vergüenza encender una cerilla,
quiero decir un verso en una página,
antes estos hombres de anchas sílabas,
que almuerzan con pedazos de palabras.
Recuerdo que una tarde,
En la estación de Almadén, una anciana
sentenció despacio: “Sí, sí, pero el cielo y el infierno
está aquí”. Y lo clavó
con esa “n” que faltaba.

Blas de Otero, Palabra viva y de repente (Que trata de España)
*
1.836.500 personas han perdido su empleo en los últimos 12 meses en España. Es decir que están “paradas”. Hay más de un millón de familias con todos sus miembros en paro. Ahí, en esas cifras oficiales, no se contabilizan las personas a quienes se ha sugerido que se acojan a una baja por incapacidad transitoria durante una temporada para que la Seguridad Social lleve la carga del salario. Yo, que tampoco es que conozca tanta gente, sé de un par de casos. Lo que va -emocionalmente hablando- de 2 personas a 1.836.500 es vertiginoso. No hace falta tener la capacidad de análisis de un macroeconomista para ver cómo están las calles y los establecimientos comerciales. Mientras profundizo en mi ignorancia me pregunto cómo es que hay tantas novelas sobre la Guerra Civil (1936-1939) y sin embargo a mí –que no es que esté muy al corriente de la literatura de la postguerra- no se me ocurre ahora mismo ninguna novela sobre la crisis que ya hubo en España en los años ochenta. Esa es una de las varias razones por las que he dejado de leer novelas. Por aquel entonces una tiene la impresión de que la crisis no provenía de una economía tan especuladora o especulativa, pero seguro que estoy en un error. Desde aquí, lo único que puedo hacer y hago, taquigráficamente, es hacerme eco y hacerme Eco de lo que oigo y veo y siento. Nada me interesa tanto como el presente y por eso lo que más me interesa de los escritores es lo que pueden escribir sobre el presente o en un radio de cinco, diez, pocos años.
*
Hace unos días anuncié una nueva colección que quisiera emprender con listas de la compra y otras muestras del habla familiar. Por aquí voy a ir presentándolas conforme me las vaya encontrando. La que presento hoy haría las delicias de la Profesora Coloma Lleal, profesora que nos impartió Historia de la Lengua Española en la Facultad de Filología de la Universidad de Barcelona. La Prof. Lleal daba unas clases muy amenas y a la vez rigurosas. Recuerdo muy bien cuando nos explico la paradoja del buen filólogo. No me he equivocado, no he querido escribir “la parábola del buen filólogo”, sino “la paradoja”. Y es que es paradójico que el buen filólogo en el fondo está siempre deseando encontrarse alguna muestra en la que habla se confronta con lo que Saussure distinguió como la lengua. Y es que una cosa son las reglas, incluso las no escritas, las que sabe cualquier hablante por analfabeto que sea, y otra es la manifestación de esas reglas, como se van abriendo paso en el tiempo. Se piensan los “malos” filólogos y algún dilettante metido a lingüista de pasillo, que la lengua no tiene nada que ver con los 1.836.500 parados del último año, por ejemplo. Que la lengua y la lingüística tienen que permanecer permeables a la realidad, inasequibles al desaliento y allí en su torre de marfil y en este caso, también, de Babel. Coloma Lleal nos recordaba el Appendix Probi, una lista datado en el siglo III que remitía a las formas correctas desde las formas vulgares de un latín que se estaba descomponiendo: “auctor non autor” (autor), “auris non oricla” (oreja). La lista de Probo es un tesoro puesto que nos habla del tiempo en que la palabra “auctor” y la palabra “auris” empezó a pronunciarse no de acuerdo con el latín áureo sino de acuerdo con el uso, el cual acabó por imponerse. Se dirá que “auris” permanece en la palabra “auricular”, pero eso es harina de otro costal. Si queremos saber cómo es una lengua también hay que conocer sus irregularidades, de una manera parecida a como las enfermedades nos hablan del funcionamiento del cuerpo.
Además de este prolegómeno, del cual dispenso a la enciclopedia de ahora en adelante, me remito ya de lleno a las otras cuestiones de la colección. Una sería la de indicar que no veo ninguna falta al decoro en colgar aquí textos que me he encontrado tirados por la calle o en el fondo de un carro de un supermercado. Evidentemente, de forma sistemática siempre me limitaré al texto y excluiré toda información que pueda dar pistas para identificar a la persona que lo escribió o a personas que estén implicadas. La otra cuestión importante es que mis transcripciones son literales y que si hay alguna falta ortográfica está tal cual, para confusión del corrector gramatical de mi procesador de textos, pero para demostración de cómo está el patio.

[Recto:]
“Hola ¡Mama!
Mira se que estas enfadada pero te lo digo de corazón lo siento de te lo digo por otra cosa deveras lo siento. Mama a mi me duele lo que te hice. Nunca en la vida me rio de ti. Si no me duele. Te acuerda ese día que tu me dijiste que fregara la ornilla ese día estaba cansada. Aquel día hice trabajo: ayude al papa, planchando, haciendo mi cuarto para que tu no te enfadara, haciendo un trabajo y cuando termine me fui a mi cuarto para descansar. Unos minutos después me llama el papa para que le fregara lo que hay en la cocina y lo hice. Despues de eso me fui a mi cuarto a descansar. Y tu me llama y yo lo voy hacer pero mama me mandaste más y y yo no podía. Lo siento. Queria hacerlo pero no podía. Tenia que estudiar. Pero tu comportamiento mama das miedo y a mi me pongo triste. Mama yo te quiero, no quiero perderte, mama estoy mal lo que te hize. Mama he salido con Angel porque lo necesitava. No podía quedarme en casa y agobiandome. De que iba a servir quedarme en casa nada. Porque la maira esta mosqueada y todo eso. Necesito salir i pensar en lo que hize. Por favor espero que lo comprendas. Mama si me quedo en casa me volvere loca y no puedo. No significa que quiero salir no si no arreglar las cosas. Yo para arregla las cosas necesito estar en casa. Por favor no te enfades… Yo te quiero mucho porque eres la madre que más quiero. Desde que naci siempre te queri. No te lo digo porque se te quiete el enfado es que hace tiempo que te lo quería decir. Mama tienes que comprender de que yo estoy creciendo estoy pensando en mi propia vida. Pienso que voy hacer con mi futuro. Mama si tu tienes algún problema sobre mí. No se lo cuentes a la maira. Ella no tiene nada que ver. Es solo tú y yó. Por eso eres mi madre
[Verso:]
La maira es una safardera y eso no puede hacerlo. Se mete en mi vida y eso no puede hacerlo. Endiento que se preocupa de mi, pero tiene que entender que no soy tan pequeña. Ella tiene que entender de que no soy tonta. Soy lista de que ella se cree. Y que no se preocupe porque mama haber se mete en todoooo. Quiere saber todo de mi y eso no puede hacerlo eso es meterse en mi vida privada. Se cree muy creida. Se pasa mucho en las conversaciones y no puedo contar con ella. Mama yo no se si tu lo entiendes pero si esto sigue asi las cosas iran mal. Si ella me deja en paz yo ya estaria bien pues como no me deja hay problema. Mama ella dijo algo de un problema que digo la verda se va y me toma por culo. Pero cuando ella quiere hablar conmigo solo me tiene que coger y escucharla. Yo no no puede hacerlo. Os quiero a todo pero NECESITO que la maira me deje en paz. Por favor ella me esta destrosando todo. TE QUIERO.
[Firma inintelegible]
Lo siento pero necesitava hacerlo en una carta y contártela."

La prueba de que como medio filóloga no estoy bien documentada es que no he sido capaz de identificar el origen del hablante del texto que transcribo a continuación. No identifico la palabra “ornilla” (y diría como Probo: “hornilla” no “ornilla”) como propia del español peninsular o canario, pero tampoco es que esté totalmente segura de que proceda de un sudamericano o un centroamericano o un sefardí o un guineano. No hace falta ser un lexicómetra para ver que la palabra que más se emplea es “mama”. Respecto al trasfondo, parece que la autora de la carta es una mujer, ya que dice que si se queda en la casa se volverá “loca”. Y la frase “eres la madre que más quiero” es bastante definitiva para indicarnos cuál es la situación que origina la carta. Además es una frase genial. Aunque podría tratarse de una familia con dos madres separadas y de otras posibilidades que ahora no se me ocurren y que además me importan bien poco, tiendo a pensar que se trata de una familia en la que el padre se ha reorganizado con otra señora, la tal Maira, y que la autora de la carta esta en su adolescencia.
Tengo mis razones para creer que la carta no llegó a ser enviada o entregada nunca. La encontré tirada cerca de un container, junto con más efectos personales de esos que las personas tiran a la basura los fines de semana tras un ratito de limpieza general y de intentar poner algo de orden en su vida. Había un peino roto, unas chinchetas, un par de polveras, cosas diversas. Servidora quiere creer que una madre (la “mama” de la carta, la que más se quiere, la “de verdad”) jamás tiraría a la basura una carta de su hija. El papel está además nuevo, doblado en tres, como quien se lo pone en el bolso y lo lee para luego no darlo. Pero admito que todo es mera especulación y una forma de ver las cosas, no la verdadera.
***
Para acabar: una anécdota. La imagen de este post es la del despacho del director de la Real Academia Española, Víctor García de la Concha. Creo que la RAE está en la actualidad constituida por 22 academias, así que el nombre es un tantico anacrónico, pero es el genuino. Aunque no se distingue bien, detrás de la mesa del académico hay un retrato craquelado de Santa Teresa de Jesús, que es un anónimo del siglo XVI. Siempre se pone a Teresa de Jesús como ejemplo de una escritora que escribía como hablaba. Su Vida nos mostró el lenguaje familiar o coloquial de Castilla del siglo XVI. Su lenguaje está exento de cultismos y la santa de Ávila no sabía latín. No olvidemos que hasta finales del siglo XVIII las lenguas vernáculas no desplazaron al latín como lengua de uso en la exposición de obras de conocimiento (teológicas, de derecho y sobre ciencia). Al aparecer el primer Index librorum prohibitorum español, conocido como Índice de Valdés (1551 y 1559), Teresa de Ahumada perdió de leer o consultar muchas obras en romance, que era lo que en teoría podía leer cuando tenía 36-44 años. No hay que descartar la teoría de Menéndez Pidal, por la cual Santa Teresa se mortificaba ascéticamente usando un estilo “ermitaño” acorde con la Regla de su fundación. Es decir, probablemente podía escribir mejor de lo que escribía. Aún así tuvo problemas con el Santo Oficio. Aún así el hecho de que la carmelita ya fuera en vida como un fetiche de la aristocracia española, algo haría en su favor. Precisamente la duquesa de Alba debe guardar 3 de las 9 llaves con que se cerró el sepulcro de Santa Teresa, puesto que su antecesora en el siglo XVI las recibió para su custodia. Y no es de extrañar que el cuerpo de la doctora de la Iglesia esté tan protegido, a la vista del trasiego que hubo sólo con su mano derecha incorrupta en la Guerra Civil de las narices. La izquierda está en Lisboa, donde hoy se conmemora la Revolución de los claveles. Todo cuadra.

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