8.10.14

El color de la yerba

"La vostra nominanza è color d’erba,
che viene e va, e quei la discolora
per cui ella esce de la terra acerba"

(Oderisi da Gubbio a Dante, Purgatorio, XI, Divina Commedia)(*)


olo algunas veces me refiero a la autoría de las letras capitales que introducen cada post. Mal hecho. En este caso (**) es una obra de Oderisi da Gubbio, famoso miniador o miniaturista coetáneo de Dante, que tuvo el dudoso honor de aparecer en su Purgatorio (canto XI) en la primera grada, la de los orgullosos. Dante y Virgilio conocen allí a varios presuntuosos que soportan sobre sus espaldas el peso de grandes piedras, para expiar su jactancia. La presunción es palabra que me parece más precisa para referirse al pecado de la soberbia por cuanto añade el significado por el que quien mucho se enorgullece falla en su propiocepción pero también en la de saber situar el valor de los demás sin prejuicios establecidos y, en este caso, despreciarlos. 
En los jóvenes suele confundirse la arrogancia presuntuosa con un espíritu rebelde, con una actitud poco contentadiza y nada dispuesta a comulgar con ruedas de molino. Sin descartar que se puedan dar a la vez las dos condiciones (rebeldía y arrogancia), la primera es más disculpable. Cuando la arrogancia no cede es que hay presunción, una "soberbia descomunal", como diría Don Quijote, y no se entra en razones. Es la actitud de quienes lo saben todo. Y cuando digo "todo" es "todo". Baste ver el despliegue de presunciones y alarmismos estos días con el posible caso de infección por el virus ébola. Habida cuenta del enorme interés que tiene que pueda opinar todo el mundo, bien es cierto que hay opiniones que son torticeras, alevosas y malintencionadas. Dicho de una vez: hay gente que usa las redes sociales para insultar y propalar infundios o para segregar en pequeñas excrecencias de 140 caracteres lo que les sobra. A ellos y a todos. ¿De qué nos vale una opinión si solo sirve para empeorar las cosas que parecían "inempeorables"?
Oderisi da Gubbio vería su orgullo magnificado por la fama, que por aquel entonces empezó a ser una gala para los artistas, que adquirieron nombre (nominanza) después de una época en la que el trabajo del artista, ya no digamos en los escritorios, era prácticamente anónimo.
En el caso de la llamada "expansión del Ébola" (en "El País"), término desafortunado donde los haya, cuento con la dudosa ventaja de haber conocido a fondo un par de grandes hospitales y su funcionamiento en los planos de la docencia, la investigación, la gestión e incluso la asistencia. El hecho de haber podido trabajar con gente que sabía mucho de cómo funciona un hospital y de haber podido observar conocimientos que no son secretos pero que no es fácil acumular, me ha permitido llegar a tener un criterio y una visión que no creo que tenga gente que se ha movido menos y en áreas que son solo docentes o solo de gestión o solo de asistencia. Y a pesar de haber llegado a obtener una visión amplia de tan complejo panorama mi ignorancia es enorme y cuido mis afirmaciones con toda la prudencia de que soy capaz, que es mucha.
Cuando mi prudencia se encuentra con uno de esos seres que Dante y Virgilio se encontraron en el Primer Giro del Purgatorio, tiendo a replegarme. No sin fastidio y hasta un cierto desconsuelo. Pero toda mi vida, si alguna vez tuviera que describirla, sería un camino hacia el silencio, por lo que esos tropiezos son en realidad al final algo muy bueno para mí.
La imagen que ayer enlacé, de Charles Addams y su Noah's Ark con todas las parejas de animales ascendiendo a un cohete de aquellos que no tiene viaje de vuelta, tiene hoy su continuación, en una ilustración aniquiladora de Michael Sowa. Ya ven que no hay parejas, que todos los animales, salvajes o domésticos, están solos. El cocodrilo está al lado del león y la jirafa al lado del cerdo, como el elefante está junto al pavo real y un dromedario y un buitre, y un tucán. Es un grupo que difícilmente cuando aparezca la paloma con la rama de olivo y se manifieste el arco iris en todo su esplendor podrá empezar una nueva vida y perpetuar especie alguna. A no ser que, como en aquella viñeta, de especies muy diferentes se cree una nueva o algo así como el ornitorrinco.
Lo único que estoy dispuesta a decir sobre el asunto de la alarma por la infección por ébola en el Hospital Carlos III es que si tan mal lo hubiera hecho España (sinécdoque al uso), o el Gobierno de España o el Ministerio correspondiente, o la gerencia de ese Hospital, hubiera habido una hecatombe y no solo un caso que además está por ver. Podría decir muchas cosas más pero callo. O no, porque no puedo dejar de explicar la risa que me entró cuando leí eso del "suero de la hermana Paciencia" que le querían inocular a la auxiliar de enfermería como vacuna para el virus. Me sonaba a remedio milagro, a uno de aquellos medicamentos antiguos de dudosa eficacia, como el "linimento de Sloan" , el "jarabe Bayer de heroína" o los "Parches de Sor Virginia".

Michael Sowa

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(*) "Color de hierba es vuestra nombradía, | que viene y va, y el mismo la marchita | que la hace brotar verde de la tierra." (Traducción de Luis Martínez de Merlo)
(**) DEA-S-001109-2923: Capolettera S con scena della Nativita, miniatura, Oderisi da Gubbio tratta da un corale medioevale, Italia, XIII sec., Gubbio, Archivio Storico di Stato, DeA Picture Library, concesso in licenza ad Alinari

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