29.1.08

El lobo es un lobo para el lobo

Lupus est homo homini, non homo
Plauto

n nuestro mundo occidental creo que, con la excepción de los siglos medievales, siempre ha habido una noción más o menos clara de qué es un autor y qué cosa es la autoridad. En el submundo académico y artístico el plagio es motivo de deshonra y cuando se citan las ideas o se muestran las creaciones de los predecesores o coetáneos se hace, entre otras cosas, como reconocimiento, también como demostración de haberse uno molestado en documentarse, o para incluir visiones ajenas que oportunamente (o no), respetuosamente (o no), mostramos con la mayor fidelidad.
A pesar de que el mundo al que creo pertenecer no es el mundo occidental anglosajón –el de los "bárbaros" del norte- ni el submundo de los antropólogos (a ellos, ni el pan), por todo lo dicho cito a Marvin Harris para situar el tema del hombre como lobo. Dice Harris, antropólogo estadounidense, en Jefes, cabecillas, abusones:
"Como dicen los poetas, igual belleza albergan una brizna de hierba, la hoja de un árbol o un guijarro de playa. Y, sin embargo, a nadie se le ha ocurrido nunca consumir de forma conspicua hojas, briznas de hierba o guijarros. Los objetos suntuarios adquirieron su valor porque eran exponentes de acumulación de riqueza y poder, encarnación y manifestación de la capacidad de unos seres humanos con atributos divinos para atraer cosas divinas".
Todo el librito de Harris es una ampliación de la idea de que los jefes surgen siempre de la existencia de excedentes. Por una conclusión elíptica –lo admito- yo digo que los plagiarios y los parodiadores son envidiosos y codician o desprecian lo que creen que les falta. De la misma manera que el tal Harris ilustra con ejemplos polinésicos o cherokees la tipología del jefe, el cabecilla y el abusón e interpreta que son seres extraordinariamente ávidos de cariño y reconocimiento social, digo yo que el plagiario redomado tiene un afán de notoriedad que no está asistido por el talento o por las ganas de trabajar. Dejemos el tema de la licantropía y el de la dominación protectora (o no) de las mujeres para otros posts. Para este ya hay bastante con lo que hay.
En el caso de que quede alguien aquí, además de los poetas muertos, añadiría que la famosa pirámide de Maslow con la cúspide de la "autorealización" (¿)(5) y la base en las necesidades físicas elementales (1), tiene un "excedente" que bien se podría equiparar al lujo de que hayan jefes y apropiadores compulsivos de ideas. Se trata del lujo de la seguridad (2), la quimera de la "pertenencia a un grupo" (3) y el delirio de condicionar la "autoestima" (4) a esos dos logros. Los cabecillas, los jefes y los abusones, divos ávidos de cariño y reconocimiento ciego, pretenden agarrotarnos por las franjas 2 y 3 del bienestar de Maslow. Es un bienestar que en realidad administran ellos mismos graciosamente. Los lobos hombre. Por eso escribo un blog y porque yo no confío mi felicidad ni mi tranquilidad en tan malas manos.

Post registrado en SafeCreative: A la flor del berro (1) #1105179237451  
2022: 2212162881351