1.11.10

Copias, versiones y refritos

a colección Clark (Sterling and Francine Clark Art Institute) de Renoirs podrá ser admirada en Madrid, en el Museo del Prado hasta principios de febrero de 2011. Curiosamente más o menos por esas fechas prescribe el delito que se le imputó al líder socialdemócrata Olof Palme tras su muerte el año 1986. El asesinato ha movido muchas teorías sobre tramas pero el delito, relacionado con una cadena de prostíbulos,  no ha sido ni investigado ni esclarecido. En este blog solemos citar textualmente la Wikipedia precisamente porque los artículos se actualizan y desaparecen las versiones superadas. Doy mi palabra de honor de que hace un par de años el artículo de la Wikipedia hablaba del delito, mientras que ahora prácticamente todo el contenido está volcado sobre la posible autoría del magnicidio.  No sé qué es lo que más me preocupa en internet, si la facilidad con la que desaparecen determinadas informaciones o la facilidad con la que se reproducen otras. Hace un tiempo, por ejemplo, estuve buscando rastros sobre un ex-Conseller de la Generalitat de Catalunya, Antoni Comas i Balldelou y, para mi sorpresa, a pesar de que estuvo ocupando diversos cargos públicos ininterrumpidamente desde el año 1979 hasta el 2002, apenas tiene tres líneas en la Viquipèdia catalana y por supuesto no se dice nada de los motivos del cese que -si mal no recuerdo- fueron fulminantes y tenían que ver con tejemanejes poco honorables en política social. Parece cosa de damnatio memoriae.


Como íbamos diciendo, uno de los cuadros que se exponen en la exposición "Pasión por Renoir" es el retrato de Thérèse Berard. Sabemos por el catálogo que según su hijo a Thérèse Berard, hija del banquero y diplomático Paul Berard, no le gustaba este retrato porque la blusa, que solían vestir las niñas en el campo (Thérèse tiene ahí 13 años) le parecía poco elegante.  Esta anécdota me recordó  la del retrato que le pintó Picasso a Gertrude Stein, y de cómo se consternó cuando ésta se cortó el pelo y por lo tanto podía dejar de parecerse a la obra. Como a mí me pintaron una vez y el cuadro fue robado, no es que caiga en un fatalismo animista, pero considero que mi suerte fue la peor e incluso que no podría ser peor. No he encontrado una copia más grande del cuadro de Renoir y las que he encontrado no son fieles al original porque el azul se muestra o muy saturado o muy desvaído, y es que sí lo pude apreciar bastante bien en la TV por extraño que parezca. Ya estábamos acostumbrados a los errores de positivado, esos que nos hacen encontrar cosas como la casa de Poe en dos versiones de la misma foto (una con las ventanas a la derecha, otra con las ventanas a la izquierda).


Thérèse Berard (Pierre Auguste Renoir, 1879)

El otro día me encontré con un blog en el que se mencionaban si mal no recuerdo los diez mercados  o bazares mejores del mundo. Aparte de eso no decía nada más. Era la lista pelada. La lista de por sí era bastante discutible, pero lo que me parece digno de señalar ahora no es eso,  es que el enlace enviaba a otra fuente que a su vez procedía de otra y ésta de otra, y así hasta 9. Ya  es extraño que haya 4 personas inescrupulosas o descuidadas, pero ¡8! Me pregunté detenidamente por qué razón el blog no había enlazado la fuente que estaba más cerca de la noticia. Con recursos como el Reader de Google y en general con los agregadores de noticias es muy fácil ver una al lado de otra dos noticias idénticas. y copiadas.  Se acaba sabiendo quien es más rápido (o está mejor informado) por la fecha y la hora de la publicación.   Es muy frecuente ver como una noticia apenas modificada va dando tumbos de blog en blog, sin aportar nada, de manera que quien siga ese tema u otros parecidos se los encuentra todos juntos y en borbotones abrumadores de información repetida como en un fractal hasta la náusea.
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Estos días Julia colgó en su blog un emblema precioso de Covarrubias y su versión en inglés, para mi gusto impecable. La cuestión es que el emblema recurría a una imagen que ya aparece en la Biblia, del corazón como crisol. Y yo me quejaba de que hubiera tantas versiones para el versículo en cuestión, Proverbios 17, 21:
"La plata en el crisol, el oro en el horno; los corazones, los prueba Yahvé" (Biblia de Jerusalén) 
"As the fining pot for silver, and the furnace for gold; so is a man to his praise" (King James Bible)
"Quomodo probatur in conflatorio argentum et in fornace aurum sic probatur homo ore laudantis" (Vulgata)
"El crisol prueba la plata, y la hornaza el oro; y al hombre la boca del que lo alaba" (Biblia española de 1569)
"Amb el gresol es prova la plata, i amb el fornal, l’or, però el qui examina els cors és Jahvè" (Biblia de Montserrat)
[...]

No estoy muy interesada en las divergencias textuales que hay en las diferentes versiones, no persigo ceraunios atetizados, pero me resulta curioso que en unas versiones la frase escora hacia la prueba de la alabanza o el rezo y en otras la prueba del corazón. Me desilusiona que un texto sacro esté tan poco fijado. No olvidemos que en un momento dado la Biblia también era un tratado de higiene (de cómo había que lavarse y comer, etc.) y sentaba las bases morales de muchas conductas sociales y de la intimidad. Es muy probable que el texto original hebreo de los Proverbios permita esas versiones y hasta más, porque habrá alguna palabra que lo admita y hasta lo sugiera. Despejada esa posibilidad que no descarto, pero sin pretender tampoco recrearme en una anécdota, me pregunto ¿qué versión de la Biblia tengo que estudiar? Por razones de legibilidad, comodidad, corrección textual, sigo la de Montserrat, que está en catalán y que ya tengo muy manejada. Cuando algún pasaje me llama la atención busco otras versiones y a veces la verdad es que son muy divergentes.Tampoco es que se trate de fijar los textos de una forma definitiva o absoluta, incluso al límite de la lengua, como verdades reveladas. No descarto todas las versiones de J.S. Bach que se alejan del espíritu original y hasta de los instrumentos genuinos. Pero me parece que buscar el azul de Renoir, el estilo original de los autores o su gracia no es imponer los absolutos o las lecturas unívocas que  suelen relacionarse con el gusto por los textos traducidos con alta fidelidad.

Alguna vez he tenido la tentación de reescribir, qué sé yo, Madame Bovary. No como experimento, como ejercicio. Con Los hermanos Karamazov no me atrevo, porque no sé ruso y además es más larga. No haría una adaptación o un plagio o una parodia o una recreación, más bien haría una traducción.

P.S. Este post voy a colgarlo también en mi otro blog, Hebroniana, en un ejemplo de lo que se llama "duplicidad de publicación" como protesta irrisoria ante la multiplicidad de publicaciones idénticas.

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