14.3.11

Pájaros y augurios







yer me preguntaba por los mirlos que en los últimos años se acercan a mi barrio por primavera. Mirlos negros. Pues hoy ya oí cantar uno. El de mi bloque. Se apostan por áreas de varias manzanas, en puntos equidistantes, y se trasmiten algo que seguramente discurre sobre las posibilidades de la zona (los alimentos). El canto del mirlo está, como no podía ser de otra manera en Youtube, aunque yo empiezo a pensar que cada mirlo tiene un timbre especial. En la canción de The Beatles también se puede oír un mirlo. Pero si afinan el oído en la grabación que enlazo escucharán como en un eco el canto del mirlo que se oye en primer plano. El mirlo lo mismo canta por la mañana que cuando se pone el sol, no como otros. Recuerden la escena V del acto III de Romeo y Julieta, cuando Shakespeare resuelve el clásico motivo de la albada con un diálogo en el que la pareja discute si lo que acaban de oír es un ruiseñor (y por lo tanto sería el atardecer) o una alondra (y por lo tanto sería la aurora).
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La imagen de hoy en el álbum es sin embargo la de un kachô-e con un cuervo y unas hojas de gingko biloba. El cuervo está más bien asociado con la noche, tal vez porque son más que negros, negrísimos como el azabache y casi virando al azul no a la obsidiana. "La obsidiana negra tiene el negro más negro de todos los negros que conozco. Más negra que el basalto, que un teléfono de baquelita gastada que más bien tira al carbón y a la antracita. Más negro que un dominó en Rialto. Más negro que un smoking negrísimo. Más negro que la tinta del calamar y la del humo, más negro que la laca china o el ónice o el azabache. Más negro que los ojos de gamba de mi canario, Trinidad Domínguez. Más negro que un piano de cola. Mucho más negro. Es el negro en su negritud y con tanta lucidez" (El reino mineral)

Watanabe Seitei

En *A la flor del berro hubo una traducción que había hecho de Yeats sobre su poema "The two trees" que algún día recuperaré puesto que la tengo en mi archivo digital. He decidido que, si nos dejan en paz, iré recuperando todos los posts que en un primer momento deseché, que eran la mitad poco más o menos. Y uno de ellos era la traducción de ese poema, en el que los cuervos no quedan muy bien parados porque representan la manera que tiene la vida de tendernos trampas para desviar nuestra atención y llenarnos de miedo, preocupación, furia o inquietud. Me costaría menos volverlo a colgar que explicar que voy a colgarlo, pensarán ustedes, pero es que lo malo es que por alguna razón el post "Los dos árboles" no lo encuentro y lo de transcribirlo desde el mecanoscrito lo dejo como última opción (*). El post que traduce el poema de Yeats lo puedo recuperar a mano, pero el que nunca llegué a copiar, el de la casa tradicional japonesa, ese lo reharé. El hecho de que sea el único post de cosa de 500 que érroneamente o por descuido dejé de guardar en mi archivo estos días adquiere todo su sentido o todo su sinsentido a la vista de la devastación del Japón. Como es un post que recuerdo en sus líneas generales perfectamente, lo volveré a escribir, a pesar de que estaba muy documentado y que no soy la misma que lo escribió a finales de mayo del 2010.

En Barcelona no hay cuervos, que yo sepa, y es un pájaro que yo no asocio con el mal agüero, por razones que ahora no son al caso, pero que tienen que ver con mi "educación sentimental" en Galicia. Por el mismo motivo por el que las gaviotas anidan en Sant Martí de Provençals, algo que parece disparatado y anacrónico, es por lo que los cuervos se posan desde que se recuerdan en una cala que hay en el pueblo de mi madre y que se llama precisamente Corveiro. Curiosamente nadie ha hecho tanto por el celtismo o sus fantasías y mitos como Yeats, quitando a Murguía, el que fue esposo de Rosalía de Castro. Y a pesar de que los cuervos en la tradición celta tienen un papel no necesariamente identificado con las fuerzas malignas ni nada que se le parezca, el poema de Yeats, insistó, parece que se lo asigna.  

Un cuervo famoso que tenemos en la literatura es el que aparece en un poema famosísimo de Poe, Nevermore, conocido canónicamente por "The raven" ("El cuervo"), donde el gran escritor aprovecha el hecho de que los cuervos pueden hablar para a que toda interpelación del personaje en primera persona del poema, el pájaro contesta "Nevermore".  Grazna "nevermore", y la o es un gruñido gutural y sombrío, lúgubre, y suena mucho mejor o es más convincente y desoladora para el caso que "nunca más". 

Hay una versión de The Alan Parsons Project para "The raven" y una versión de Loreena McKennitt, de "The two trees" que no puedo escuchar sin que se me aneguen los ojos.

Cuando fue el terremoto de Chile, días después se recordó que no sé que anfibio había abandonado como alma que lleva el diablo sus tierras una semana antes de que temblaran. En la isla del sol naciente no se ha dicho nada, que yo sepa, de los animales. Y tal vez ellos sean los únicos que saben no lo que tenía que pasar sino incluso lo que ha pasado. 



"Black bird" (The Beatles)
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P.P. 
(*) P.S. Finalmente he podido o he tenido que publicar la traducción hoy en "Lo mejor de lo peor" porque me he encontrado mi versión apropiada indebidamente pero providencialmente en otro blog, como explico en el post en cuestión.


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