3.4.11

El abrazo de la yedra

"Más lágrimas se derraman por plegarias atendidas que por las no atendidas"
Teresa de Jesús
*
e me ha ocurrido ver las "Estadísticas" de este blog y veo que siguen siendo los posts más visitados "FRS 635" (616 visitas), "El espíritu de la época", "La hoja de gingko", "Small is beautiful", "Los motivos" y "La soledad de los monstruos". También podría hablar de que en el Sitemeter detecto mucho tráfico que aparentemente al menos proviene de Mountain View, en California. Bien podría ser que se trate de una máquina puesto que ya hace tiempo que tengo serias dudas de que alguien pierda tanto tiempo en el Álbum del mismísimo nombre. El hecho de que "FRS 635" tenga tantas visitas me lo podría explicar en razones que ahora no son al caso. Por mi forma de escribir, a veces prolija, es posible que alguien venga a dar aquí simplemente porque busca un coche pequeño, como el maravilloso Messerschmitt KR, y apenas encuentre una mención y a mucho estirar un enlace a su foto. El tráfico genera "posicionamiento" y cada vez que alguien busca en el Google o donde sea algo sobre los temas que trato en esos posts, como el buscador los tiene por más populares que otros, se van a las primeras páginas de los resultados. Es un círculo vicioso. Hace años me pasó algo así con un post titulado "Amor verdadero" y acabé por eliminarlo, principalmente porque atraía visitantes que yo no estoy dispuesta a recibir.

Por lo general mi divisa o moto suele ser "No tengo intereses, solo deseos", aunque también alguna vez he hecho mío aquel verso de Rainer Maria Rilke, "Creo en lo que todavía no ha sido dicho". Y, volviendo a la primera frase, debo admitir que la he extendido a mis afinidades. Es decir, en la medida en que pasa el tiempo me voy alejando de la gente interesada y de la que no sabe manejar sus deseos (no porque no se les cumplan, sino porque no se aclaran en verdad con lo que quieren y/o los mezclan con los intereses). También me alejo de quienes de una forma un tanto desafiante -por no decir cínica- advierten de que "todo" el mundo tiene intereses y de que son legítimos. Podría ser, y de hecho no olvidemos que cuando nos movemos en el campo de las palabras cualquier afirmación puede ser defendida. Por eso en el refranero y en florilegios de citas hay afirmaciones para todos los gustos.

La de hoy da título a una obra póstuma  de Truman Capote, Answered prayers. Resulta curioso el contraste entre Santa Teresa de Jesús y Truman Capote, periodista, alcohólico, drogadicto, homosexual. Como también me lo sigue pareciendo la biografía que sobre Jeanne d'Arc escribió Mark Twain. Esos contrastes valen mucho. Las plegarias atendidas tienen un carácter distinguido en el mundo de los deseos, las ansias, los anhelos y hasta los caprichos. Lo que no sé es si las lágrimas vertidas por las plegarias atendidas tienen un carácter ejemplar o correctivo, que disuaden al que se quiera apartar del buen orden establecido. Lo que me trae más bien hasta aquí es la certeza de que muchas veces no sabemos decir que "no", lo de la famosa asertividad. Muchas veces nos metemos donde no queremos o hacemos lo que no deseamos por complacer a los otros o no sé muy bien por qué. Tal vez por los intereses. Repito que no sé. Lo que sí sé es que me desconcierta bastante que cuando alguien hace lo que no quiere hacer lo haga a regañadientes o rezongando o quejándose. Pienso que si no quiere estar en un sitio, por ejemplo, lo que tiene que hacer es irse. Esas personas que se quejan  todo el tiempo (muy diferente de protestar una sola vez y con firmeza) es algo que además de desconcertarme me apura, me incomoda. Están y no están, van y no van. Quieren y no quieren. Pueden y no pueden.

En todo esto de los motivos que tenemos para atarnos pensaba el otro día cuando ví una casa invadida de plantas trepadoras y con un seto monstruoso sobre el cual se ha hecho una tapia. Quien ha tenido una yedra sabe lo mucho que se enreda y cómo domina en poco tiempo cuanto abarca. Son bonitas de ver cuando se les suben a los árboles del sotobosque y forman doseles. El nudo de la yedra o el abrazo de las plantas parásitas se me antojan fortísimos, contumaces. Así como los círculos viciosos a los que me remitía al principio tienen una naturaleza mucilaginosa, enganchosa, encuentro que el abrazo de la yedra es como la mano del estrangulador, como una raíz invertida.

Post amparado bajo una licencia SafeCreative 2022: 2212162883492