6.4.11

Post 627, Pso. Vall d'Hebron 119, Chanel 5

Leo en la Sala de prensa de la Generalitat de Catalunya la siguiente nota: "El president de la Generalitat, Artur Mas, ha anunciat avui durant la roda de premsa posterior a la reunió de govern l’aprovació del projecte de llei de regulació de l’impost de successions, que representarà “la fi de la discriminació” de Catalunya respecte a altres territoris com el País Valencià o la Comunitat de Madrid. En la roda de premsa ha acompanyat el president el conseller d’Economia i Coneixement, Andreu Mas-Colell." Esto es: "El presidente de la Generalitat, Artur Mas, ha anunciado hoy durante la rueda de prensa posterior a la reunión de gobierno la aprobación del proyecto de ley de regulación del impuesto de sucesiones, que representará el fin de la discriminación de Cataluña respecto a otros territorios como el País Valenciano o la Comunidad de Madrid. En la rueda de prensa ha acompañado al presidente el conseller de Economía y Conocimiento, Andreu Mas-Colell".

De la parrafada me gustaría sólo señalar tres cuestiones. La primera es lo igualador que es el lenguaje de la comunicación sea una nota en catalán o en español, cosa que hace de mi traducción algo casi tan ridículo como inútil pero la hago por deferencia a los lectores que no tienen porqué conocer el catalán. En segundo lugar me tengo que detener en esa referencia, en negritas en su contexto original, al "fin de la discriminación" de Cataluña respecto a otros territorios bla bla bla. Esta frase tiene por lo menos dos posibles lecturas puesto que no se aclara de quién procede la discriminación y como la tendencia en esta comunidad autónoma es la de usar la discriminación fiscal como elemento de hostilidad política, no es cuestión menor. Si ustedes levantan una piedra -aunque ya les digo para empezar y para acabar que lo mejor es no levantar piedra alguna- encontrarán gente que está dispuesta a decir y a creer  por ejemplo que los ciudadanos de Cataluña pagamos más en las autopistas y que en Madrid pagan menos y que ese dinero que pagamos (pagan, que yo no uso automóvil privado) se lo queda Madrid o  va a Soria o a Zamora o hasta a los cerros de Úbeda o entre Pinto y Valdemoro. Esta creencia es tan firme y está tan arraigada que no sé ni cómo me atrevo a cuestionarla siquiera.
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Lámina de De Humani corporis fabrica (1543), de Andreas Vesalius
Con afirmaciones como la que ha hecho Artur Mas sobre el impuesto de sucesiones, debajo de las piedras hay quien se cree que ese impuesto que antes nos cobraban cuando nos hacíamos con la legítima de un padre muerto es que se lo quedaban en Madrid. No. Se lo quedaba la Generalitat de Catalunya. Cuando murió mi padre una parte de sus ahorros en vez de pasar directamente a sus legítimos sucesores -que en parte se lo cedieron a mi madre- pasó a la Generalitat y ahí se diluyeron entre embajadas, subvenciones al náhuatl, dietas de lujo asiático, suport genèric, prótesis de caderas y todo lo demás.

La tercera cuestión es referente a Mas-Colell, el conseller de Economía y Conocimiento. Y esto es porque no hace nada le oí en la radio hablar a un empresario de los llamados minesotos. Los "minesotos" son los sabios del Govern que se han criado en la Universidad de Minnesota, así designados en plural porque son unos cuantos y también porque -por lo que se desprendía de lo que explicaba el empresario- son mayoría. El empresario se lamenta de algo que yo vengo lamentando hace tiempo, de que se les de demasiada credibilidad a personas de una brillante formación y un expediente académico espléndido pero que no tienen prácticamente en su haber ni en su debe  (sobre todo en su debe) ni un solo contacto que no tenga que ver con la Universidad. Que los paganos o ateos se enconen tanto con la Iglesia habiendo un engendro inmundo como la Universidad es para arrancarse los ojos por el horror. De hecho -yendo a lo nuestro- se está empezando a ver además de un tiempo a esta parte que cuanto mayor es el nivel académico de un docente, más se aleja incluso de las aulas. Dar clases es cutre, siniestro, sórdido. Por lo tanto su pulso de la ¿realidad? es prácticamente inexistente puesto que se limita al claustro y otras misas negras en las que se dirime el sexo de las gárgolas y la vida media de las almejas aparte de la forma de escaquearse de dar ni una sola clase o quitarse del medio alguien potencialmente talentoso. Que el Govern esté en manos de políticos y minesotos es poco menos que terrorífico.

Pero el tema de hoy no es la política y nunca lo será, porque por aquí estamos más bien por los rocíos de las heras y ni siquiera ya que nos ahogamos en un mar de ignorancia, y en un vaso de  incomprensión, en una gota de envidia. Me sirvo sin embargo de esa frase un tanto ampulosa y muy ambigua de Mas para ir situando el tema de la desorientación y tergiversación general que nos abruma. Estos días se habla de los recortes en la Sanidad Pública, en torno al 10%, por los cuales en el hospital en el que intento trabajar por ejemplo es probable que se inutilicen 500 camas. Este dato no es oficial porque el tijeretazo lo tiene que planificar el comité de dirección y aprobarlo el Govern no antes del día 20 o así. A pesar de no ser oficial ha trascendido (por decirlo de una manera eufemística) a la prensa y es la comidilla en los pasillos de mi centro. Se habla en el bar, se habla en los despachos, se habla y se habla. Como suele ocurrir por el boca a boca, por el correveidile y por ese afán de protagonismo que adquiere el que habla de lo que no sabe -resorte curioso donde los haya- el tema está empezando a degenerar y ya no sabe una bien bien a qué atenerse. Creo que cualquiera puede imaginarse al estado de opinión y alarma al que me intento referir y por lo tanto deposito en la imaginación del sano lector todo cuanto no soy capaz de expresar desde mi desconcierto.

Por fin llegados al meollo de la cuestión, me pregunto porqué el Gerente y su gabinete de comunicación, que otras veces nos ha machacado con correos electrónicos por temas mucho menos importantes, mucho menos urgentes y de consecuencias más previsibles, ahora guarda silencio o alternativamente se reserva para los cargos altos e intermedios, quienes muchas veces no informan  al personal a su cargo o no lo hacen debidamente. ¿O es que la Comunicación con mayúsculas solo sirve para los festejos y el autobombo bien temperado o para conseguir financiación de aquellos que precisan blanquear su mala conciencia? Así que los que nos sentimos de la mano de dios -cosa que tampoco está tan mal, no crean- nos preguntamos si será cierto eso que dicen de que la sábana encimera de un día será la bajera del día siguiente, o que se eliminarán muchas pruebas diagnósticas para reducir el gasto, o que la hermana de Mas está ingresada pero a diferencia de cuando estaba en la oposición en un ingreso previo en este otro no la fue a ver.

Si les tengo que decir la verdad, aún convencida de que no le interesará a nadie, les podría decir que ya todo me parece (como dijera Shakespeare) un cuento contado por un idiota. Pero hay que ver como me solivianta la ampulosidad de Artur Mas, esa manera de lucir el traje nuevo como quien está  en una buena boda aparejada para la hija mayor, la pubilla. Inflado como un globo, ni siquiera ególatra,  simplemente pueril y ensoberbecido. Se creen debajo de las piedras que el gerente del P$OE del Hospital Vall d'Hebron tiene un dilema moral, el de dimitir o no. En este caso dimitir sería lo más fácil, claro. Y de hecho ya habría quien hiciera su faena, de debajo de las piedras.  ¡Será por reventadores! En ese otro globo, el de la moral de la amoral, van las operaciones de cataratas postergadas indefinidamente o condenadas al lucro mutualístico.  También va el cuestionamiento de todo un sistema sanitario necesariamente caro puesto que depende de personal cualificado y de tecnologías. No olvidemos esos paros cardiacos que se producen durante los ingresos que a lo mejor no podrán ser atendidos con la presteza habitual si el personal empieza a ceder al cansancio y la falta de recursos. Tampoco es cosa menor recordar que aquí se han celebrado las elecciones autonómicas hace nada, pero que pronto se sucederán las de Andalucía, donde según sé el cambio de sexo está en el catálogo de servicios sanitarios, que aquí no. Algo me dice, en mi ignorancia por supuesto pero no en la envidia, que el déficit catalán debe de hacer reír comparado con el que habrá en el SAS. Si es que aquí nos empezáramos a recuperar, cosa que no está en la mano de dios ni en la de los minesotos, créanme, empezarán los del 10% y los trajes nuevos infladísimos  y las mútuas y los gabinetes de comunicación inútiles en el resto de comunidades autónomas. Así que en homenaje a Marilyn Monroe me voy a fumigar la mala leche con un par de exhalaciones de Chanel número 5 y a dormir con la tranquilidad de los justos.

Track de regalo: Conferencia de Teresa Forcades sobre la medicalización de la sociedad.

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