28.5.11

42 | En los jardines de Sarrià

"Ciel ! Amour ! Liberté ! Quel rêve, ô pauvre Folle!
Tu te fondais à lui comme une neige au feu:
Tes grandes visions étranglaient ta parole
- Et l'Infini terrible effara ton oeil bleu!"
Arthur Rimbaud, Ophélie

stuve hoy en los jardines de Vil·la Amèlia y Vil·la Cecília, en Sarrià. La Ofelia ahogada de Paco López no es lo que más me gusto, ante todo porque mi Ofelia es la de Hamlet, que cuanto más loca está más lúcida parece, y la de Rimbaud, en cuyos puros ojos azules se morigera y abisma el infinito.  También prefiero la que pintó el 1852 John Everett Millais, el pintor prerrafaelita, mil veces en internet.
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Si bien es cierto que los jardines de Vil·la Cecília ganaron un premio FAD y tienen más mármol que el Partenón, también lo es que Vil·la Amèlia es un jardín con magníficos ejemplares. de diferentes especies. Además, los  árboles, como las mujeres y el vino y casi todo, cuanto más añosos -si son buenos- mejoran.  Por mi alergia al polen de plátano de sombra, cuando estaba al borde del broncoespasmo tuve que abandonar no sin pesar el mejor lado, el que está pegado al muro que rodea el parque y el límite de la antigua propiedad de los Bosch-Girona. He de volver en otoño. Por una vez que iba preparada con comida para darles a los gatos, como estaba todo perdido de perros fue todo en balde. De lo cual se extrae una vez más que todo no puede ser.

"Entre las calles Eduard Conde, Riu d'Or, Vives y Francesc Carbonell. Lo que hoy son dos jardines formaba parte de una misma finca que era propiedad de la familia Folch-Girona. La parte de abajo bautizada como Vil·la Amèlia, fue a parar a manos del Ayuntamiento en 1969, tras una permuta que permitió edificar los bloques de pisos que la rodean. La parte de arriba, Vil·la Cecília, fue abierta al público dieciséis años más tarde, en 1985. Vil·la Amèlia es un jardín de sabor romántico y muy umbrío en verano. Tiene unos magníficos ejemplares de árboles del amor y dos esculturas: El encantador de serpientes (1887), de Jules Anthone, y Dríade, un bronce de Ricard Sala.
Vil·la Cecília también tiene una escultura muy singular, Ofelia ahogada, obra de Paco López que representa una figura femenina tendida boca abajo encima de uno de los canales de agua,  al lado de la puerta de entrada. Conviene fijarse en las farolas y los bancos, de factura muy moderna, y en el mármol blanco que adorna el suelo de los caminos. Las obras de remodelación de este parque fueron largas y costosas pero, cuando acabaron, fue galardonado con el premio FAD. En medio de Vil·la Cecília está el centro cívico de Sarrià" (Josep M. Huertas Claveria, Pepe Encinas. 50 veces Barcelona)


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