17.5.11

De la mar el mero (para ir acabando)

De la mar, el mero y de la tierra el cordero. 
De las aves, la perdiz, y de las mujeres Beatriz

Refranero español


yer se difundió ayer una sentencia del Tribunal Supremo en diariojurídico.com digna de atención y que al ser fallada por tan alto tribunal no puede caer en saco roto:
“La Sala Primera del Tribunal Supremo ha resuelto definitivamente el litigio que enfrentaba a un profesional de la fotografía con la mercantil United Biscuits Iberia, S.L., por supuesta vulneración de los derechos de autor del primero sobre las fotografías que se le habían encargado para ser incluidas en la confección del diseño de unos envases(“packaging”). El fotógrafo demandó a la citada mercantil afirmando que había sido violada su obra fotográfica. La demanda fue rechazada tanto en primera como en segunda instancia, siendo razones para ello, en síntesis, que las fotografías litigiosas no eran obra fotográfica sino meras fotografías, por carecer del requisito de la “creatividad suficiente”.

Para el lego habrá que aclarar que el Real Decreto Legislativo 1/1996, que refunde varios textos sobre la propiedad intelectual, efectivamente hace referencia a la “mera fotografía” como si se tratara de algo que pueda hacer una cámara fotográfica autónomamente o con una intervención humana apenas apreciable desde el punto de vista de la creatividad. 

Nos referíamos –nosotras, Aaoiue y Marta-R. Domínguez Senra- a los scrapers de la “difusión cultural” y a Eva Posas en concreto, un ejemplo paradigmático de scraper porfiada. El scraping es una forma de copioneo y plagiadez al que estamos más expuestos los que usamos una lengua que sí, vale, la hablan más de 500 millones de personas, pero que está expuesta a gentuza sin escrúpulos de paises de legislación exótica por no decir distraída. Hay un scraping automático, de puro spam, y otro tras el que me imagino seres que hasta huelen mal. Evidentemente enviar la Interpol a un scraper de tres al cuarto es ridículo, sobre todo porque no sacan nada con ello y el único daño que causan es moral y ni siquiera eso. Con todo, como hay que prevenirse de que se arroguen lo que copian, como me dio a entender esa pobre mujer como para llevarme al pánico o a la indignación, tengo entendido que lo mejor es registrar la propia obra –por insignificante que sea- antes de que se la apropie algún desaprensivo e incluso te reclame lo que te ha robado impunemente. Es por eso que he tenido que perder mi tiempo precioso, ese que me gusta dedicar al bricolage y a ir por Danacol al Mercadona, para registrar mis pobres posts en Safe Creative, cuyo enlace estará por tiempo indefinido debajo de la cabecera del “Álbum”.

En el post citado sobre la difusión cultural mal entendida y sobre la decadencia y la degeneración, me referí a el "Retrato de una mujer con un abanico de  pluma de avestruz" (Portrait of a lady with an ostrich-feather ban, 1660), que pintó Rembrandt van Rijn el año 1660, el cual siguió a uno parecido de Bartholomeus Van Der Helst (1645), siendo éste una respuesta o ¿copia? del de Johannes Corlenisz Verspronck (1640). Pues bien, a la vista de la sentencia del Supremo sobre la “mera fotografía” del demandante, un amigo de este blog (S.D.) me hablaba sobre la oportunidad de hacer creativitómetros para determinar donde empezaba una mera fotografía a dejar de serlo o cuando empezaba una fotografía a dejar de ser meramente mera.

Perdonen ustedes que lejos de no aportar claridad a la cuestión aún la enturbie más cuando me voy a referir a la escena de la última –espero que no- película de Woody Allen, “Midnight in Paris” (2011). Aunque no he visto la película me han anticipado que hay una escena donde aparece Kathy Bates (la actriz gordita de “Tomates verdes fritos”) haciendo de Gertrude Stein sentada bajo el retrato que le pintó Picasso. Esa escena existe ya como fotografía. Se trata de una de las fotos que Man Ray le tomó a Gert Stein. Podríamos decir que el cineasta ha recreado la foto porque es él, porque si fuera otro que no fuese él tal vez diríamos que ha hecho un mero plagio o un tributo o un homenaje. También podríamos decir que en esa foto de Man Ray hay la mera imagen de Gertrude Stein con su ADN y su todo y la mera fotografía del cuadro de Pablo Ruiz Picasso, cuyos derechos como autor si no recuerdo mal prescriben el año 2053. Si murió el 8 de abril de 1973 y por tanto se le aplica la mera disposición transitoria cuarta por la cual los fallecidos antes del mero 7 de diciembre de 1987 gozarán de un plazo de protección de 80 años tras su mera muerte (y no 70), etcétera.

Por cierto, el cartel de “Midnight in Paris” tiene como fondo “La noche estrellada” de Van Gogh, de quien se suele decir (pero no sé si es verdad) que no pudo vender ni un mero cuadro suyo en vida. Si supiera Van Gogh simplemente o meramente lo que Woody Allen percibió de mi ciudad por hacer algunas escenas de “Vicki Cristina Barcelona” aquí, creo que se hubiera arrancado no la otra oreja sino también los ojos. O no, nunca se sabe. Al menos meramente.

Mera fotografía del Parque Joan Brossa, con un poema visual del poeta homónimo desparramado. Foto: Aaoiue

El mero Safe Creative ID de este post es: 1105179241021 2022: 2212162883492