6.10.11

El desorden alfabético

"Base IV - De las secuencias consonánticas: Es en esta base que se define la supresión de las llamadas consonantes mudas, aún en uso en Portugal, y en los casos de doble grafía. Aborda el uso de la c, con valor de oclusiva velar, de las secuencias interiores cc (segunda c con valor de sibilante),  y ct, y la p en las secuencias interiores pc (c con valor de sibilante),  y pt, que ora se conservan, ora se eliminan. Define, también la facultatividad de uso, cuando hay oscilación entre su pronunciación y su enmudecimiento, de la b de la secuencia bd; (en súbdito); de la b de la secuencia bt (en subtil y sus derivados); de la gde la secuencia gd (en amígdalaamigdalite, etc.); de la m de la secuencia mn (en amnistiaindemnizaromnipotenteomnisciente, etc.); de la t de la secuencia tm (en aritmética y aritmético)." (Acordo Ortográfico da Língua Portuguesa de 1990)
e comenta estos días una amiga virtual portuguesa la adopción o la implantación de la nueva ortografía por la cual ahora se escribe ótimo y no *óptimo, exceção y no excepção. El Acordo hace se hizo entre 7 países: Angola, Brasil, Cabo Verde, Guinea-Bissau, Mozambique, Portugal y Santo Tomé y Príncipe. Había observadores de Galicia y además Timor, que creo que hasta 1999 pertenecía a Indonesia, en cuanto recobró su soberanía se adhirió al asunto. Ya ven que mantengo ese desorden alfabético que en realidad sólo existe en las enciclopedias -pero no en todas-, en las Constituciones y en documentos por el estilo. Hasta donde yo sé el desorden alfabético no tiene realidad pero evita conflictos, como el que supongo que podría haber entre la antigua metrópolis lusitana y las que fueron sus colonias. Conozco ese particular porque lo extrapolo a nuestro caso y a los antiguos conatos que a veces se dejan notar, creo que con particular acritud y desairadamente, desde México y desde otros países hispanohablantes. 
Recuerdo que en los ochenta un postgraduado brasileño nos explicó a un nutrido auditorio cómo en su país la verdadera colonización lingüística no empezó hasta que el Marqués de Pombal -siglo XVIII- vio que no había manera de administrar un territorio tan enorme sin imponer una lengua común. Eso ya lo había observado nuestro Nebrija cuatrocientos años antes, pensamiento que ha quedado fosilizado en la famosa y socorrida frase de "la lengua compañera del imperio".  
Capto o cato, que son cultismo y vulgarismo que se refieren al mismo significado, que mi amiga no ve bien la base IV por la cual se debe decir y escribir ótimo. Todo hijo de vecino que conozca Galicia o que haya oído hablar a José Blanco, nuestro Ministro de Fomento, sabe que esas consonantes, por un fenómeno que se conoce impropiamente como "lenición celta", no se pronuncian nunca, aunque en las personas más cultas se puede apreciar un casi imperceptible impulso de pronunciarlas pero que muy suavemente.  Algo parecido a lo que ocurre en italiano y que se ha solucionado con la grafía ottimo, eccelso, etcétera. En gallego "enxebre" (puro) te viene sonando igual sexo que seso, cosa que como ustedes saben no tiene la mayor importancia. Pero yo he he visto no hace nada vídeos en Youtube de advenidos al gallego normativo y a lo que haga falta que ¡oh maravilla! no tienen acento alguno. Cosas veredes.
Tal vez mi amiga no lo ve bien, el Acordo, porque entre sus incontables estudios no ocupa un lugar secundario el del latín, lengua viva hacia la que acabaríamos yendo ineludiblemente los que amamos la filología, la elocuencia y una expresión bien temperada.
Yo estaba por lo menos en un error, el de creer que el prescriptivismo y el intervencionismo era lo propio de las lenguas minoritarias. Pues no, se diría que más bien es un efecto de la burocracia y la ocupación de los que tienen que justificar una función nefanda.



El post "El desorden alfabético" está protegido por una licencia Safecreative #1110060233948.