4.10.11

La peor de todas

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No hay ninguna duda de que en tiempos de crisis siempre hay quien le ve su veta crematística, la "oportunidad" a la que apelan los sinólogos de la nueva hornada que apenas tienen algún rudimento sobre las chinoiseries al uso. Mi amigo Pepe, que descansa en paz, me contó un día que cuando la vil guerra, en Valladolid, se habilitó tocando el campo de fusilamientos una churrería. Se dirá que era un contrasentido, pero no, porque a esas horas tan intempestivas y con el mal cuerpo que se tiene por la madrugada y ante situaciones tan desabridas, nada asentaba tan bien como unos churros con su chocolate. Por eso Hallmark, que está en todo, ha sacado ya una serie de postales para simpatizar con los que han perdido su empleo. Tanto la que incluyo como otra por alguna razón que no se me alcanza usan imágenes de perros. También he visto una con un gato. No olvidemos que Hallmark está en otra latitud cultural y que a pesar de la globalización aún hay símbolos y referentes que nos distinguen.  Y esto de los perros y los gatos desempleados debe de ser uno de esos referentes en los que no nos acabamos de encontrar. Lo que sí que nos suena más próximo a nuestra esfera del humor o del análisis es una respuesta o secuela que A. F. Franco le ha dado a la campaña con un dibujo en el que Barak Obama recibe una de esas postales.



"No es el momento para llorar o quejarse, sácate las pantuflas y cálzate los zapatos de irte a paseo. El Pueblo"

Entre todas las cartitas que se pueden recibir sin embargo la peor no es la del despido o una tarjeta de simpatía de Hallmark. La peor no es un anónimo o un chantaje. La peor es la carta que recibieron los padres de José María Piris Carballo, un niño de 13 años que "El País" considera la primera víctima infantil de ETA. En esa carta se sentía pero no se pedía perdón. Jon Agirre Agiriano ("Aramaio"), que fue uno de los tres encausados, pudo haber evitado que una bomba dirigida a un guardia civil destrozara el cuerpo de José María y el de otro amigo que no murió, pero no lo hizo. Este terrorista -que cuenta en su haber con el asesinato de un marmolista- ha sido elegido por los presos de ETA como su representante en el proceso de ¿paz?
En realidad la primera víctima de ataúd pequeñito de ETA fue una criatura de 22 meses, Begoña Urroz, según las investigaciones que estaba haciendo Ernest Lluch cuando también lo asesinaron. Begoña hoy tendría 51 años.


Versión no censurada de "Mi querida España", de Cecilia

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