30.10.11

Las tirrias de los prejueces

Los programas televisivos de zapping tipo "La batidora" o en TV3 "APM?" (*) o hasta algún espacio radiofónico como uno que oí hoy en "L'agenda" de OndaRambla -de un señor que tenía voz como de eunuco- tienen un enorme tirón y aún son más baratos que los de tertulia jaranera, que ya es decir. Los guionistas usan los recortes como nosotros usamos el teclado. Es decir la tecla t sería aquel vídeo de "la he liado parda" y la o "si me queréis, irse" o "dientes, dientes, que eso es lo que les jode" y la v "os quiero mucho a todo el mundo". Como si de la RAE se tratara podrían reservarle la m a Isabel Preysler, que dice "estupendo, muchas gracias, todo muy bien" como nadie. Pero con Isabel Preysler no se meten. Se meten con la gente que no tiene quien les valga. "APM?" jamás ridiculiza un palurdo que sea catalán, por libro de estilo prefieren recurrir al palurdo carpetovetónico y a toda la patulea de deformes, desdentados y borderlines del circo peninsular. Además de las frases que se puedan construir con esos pedazos de oraciones, también recurren a la onomatopeya y al repertorio de pedos, risas absurdas, eruptos y alaridos o sopapos en general. Para cuando no tienen suficiente material recurren al Homo APM, que es una especie de infiltrado que hace fakes en la calle para provocar situaciones que se avengan a los resultados que se pretenden. De manera que se mete con alguien que está fumando tranquilamente en la calle y le joroba el cigarrillo, o le toca las narices a un dependiente de unos grandes almacenes diciéndole que le ha faltado el respeto o se mete en el Desfile de la Hispanidad y dice alguna barbaridad para que le digan otra más gorda. Este Homo representa la degradación y es a mi entender un esperpento de lo que tendría que ser un actor.

Hay un clásico -que si fuera una tecla sería la coma o el punto- que es el de una señora que la pillaron en la calle y se puso a cantar "Yambambó, yambambé" con todo el desparpajo y no sé a cuento de qué. Otro fake o fingimiento, seguramente. En "APM?", con el que me torturan la sobremesa de los domingos cada semana, yo diría que sale cada mes.  ¿O es en "Telemonegal"? Si a toro pasado encuentro una grabación la enlazaré, pero ahora no soy capaz de dar con ella.
"Yambambó, yambambé" si lo escribe el poeta Nicolás Guillén y lo canta Teresa Berganza o hasta Victoria de los Ángeles, aunque era hija de un conserje de la Universidad de Barcelona, tiene ese no sé qué queda balbuciendo de la música culta, sobre todo si va firmada por Xavier Montsalvatge y no por Manuel el Titi o cualquiera de esos seres que se han dedicado a la música sin saber leer no ya una partitura sino incluso su portada. Pero no hay pena, porque ahora que se está transcribiendo toda la música popular del flamenco -en parte gracias a que la labor es menos insidiosa auxiliada por los recursos  informáticos- ya se ve que tiene su complejidad y que las semifusas no hay canuto que las haga. La verdad, dudo que los que cortan y pegan en los programas batidora sepan que lo que canta la infeliz maruja es el quinto Canto Negro de Montsalvatge, porque seguramente no llegan más allá de la Pequeña música nocturna de Mozart y algo de U2. En consonancia con ese vídeo inmundo que comentaba muy por encima esta mañana, correrán los prejueces clasistas postmodernos en el mejor de los casos a admitir que esa música la habrá escuchado la buena mujer en la casa de los señores.
Mi parte optimista me dice que los programas de zapping desaparecerán de la misma manera que han ido desapareciendo los chistes de maricas y gangosos y la oferta de fondos y animaciones para móviles de concha. Mi parte pesimista me dice que el clasismo, el sexismo y todo tipo de prejuicios discriminatorios siempre encontrarán su forma de manifestarse y regodearse. Es bien cierto que ahora aquellas páginas que había al final de algunos semanarios con logos para móviles (temas: zodiacal, futbolístico, Che Guevara, peinetas varias y animales salvajes o gatitos) han sido relevadas o  tomadas por los videntes, los que tienen una línea directa con la corte angelical, los echadores de cartas españolas, tarotistas egipcias, expertos en runas y toda la ralea de la adivinación y el santerío negro o marrón contra la eyaculación precoz, las verrugas y el mal de amores. De manera que parece que siempre hay un espacio para los subgéneros.
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Este mediodía he visto muchos avisos de desahucio en los nichos del cementerio donde yacen mis difuntos. Está claro que los embargos llegan a todas partes. A mí me haría mucha ilusión, ya lo dije por lo menos una vez en el blog, tener un panteoncito como el de Elizabeth Barrett Browning, igual pero no con rosas. Creo que podría pagar hasta 6000 euros por tener el terrenillo y luego reunir trabajosamente otra cantidad para trasladar allí todos los restos que tenemos ahora en un nicho más otros 6000 por la urna, pero es que no me da la gana pagar el catastro. Para eso la pondría todo en mi balcón.Y es que tengo la creencia de que darle dinero al Ayuntamiento de Barcelona es peor que tirarlo, porque si lo tiramos al menos no hace daño a nadie.  

♫ Yambambó, yambambé ♫ ♪


(*) "Alguna pregunta més?"

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