20.10.11

Post 723: mi colesterol es mío



or la mañana, mientras tendía la colada calibraba la diferencia que puede haber entre las siguientes frases:
a) Usted sabe que yo sé que usted sabe que yo sé que una web no se puede ni se debe externalizar.
b) Yo sé que usted sabe que yo sé que usted sabe que una web no se puede ni se debe externalizar.
La diferencia entre construir las frases de relativo en dirección yo-usted o usted-yo es difícil de explicar, al menos para mí, en el formato de un post. Pero sé que ustedes saben que por alguna razón la segunda frase es más malsonante o cacofónica y se podría añadir que tiene algo de descortés. Debe de ser por la misma razón por lo que lo es, descortés, decir "¿me entiendes?" en vez de "¿me explico?".
Habría que hacer más pruebas, y no durante la tarea de tender la ropa, y ver también en qué interviene el número de veces que se va incrustrando la frase de relativo en cualquiera de las dos direcciones. Pudiera ser que de la misma manera que cuanto más queramos intensificar la complicidad de nuestro interlocutor con más tiento habrá que enmarañar el ovillo, pero algo me dice que no, que la intensidad está confiada a otro recurso, no al de la mera repetición del efecto. 
Ya se sabe que el final del laberinto es su principio, por lo que ese algo me dice que la forma más eficiente de la frase sería la que empezara igual que acaba. Esto, Doña Concha (Concha Piquer por supuesto) lo explicaría la mar de bien, de la misma forma que con un simple gesto de su abanico demostraba que era vulgar y ridículo marcar el compás con el ventalle, y que el compás iba por una lado y el abanico por otro. En una copla, para ir situando el tema, lo que se hubiera dicho es: "Tú sabes que yo sé que tú sabes", etcétera. E insisto, el abanico a su aire.
Se suele decir que de las cosas más difíciles de trasmitirle a un anglófono cuando pretende hablar español es el régimen del subjuntivo o la flexión de los verbos ser y tener correcta. No es tan sencillo como intentar meterles en la cabeza que el subjuntivo está en el ámbito de las hipótesis mientras el indicativo está en el ámbito de la realidad. Y sin embargo yo creo que es más difícil trasmitir la expresividad de determinadas construcciones como la que he sugerido. En la anglofonía pura y dura hay expresiones en las que la gentileza provoca unas evanescencias gramaticales en las que nosotros nos resbalamos. Ni siquiera se me ocurre cómo decir en español algo así como "¿Tendría usted por un casual la amabilidad de decirme si le importa que abramos un momentito la ventana?". Se podría encontrar además con el catalán del chiste que le contesta: "Es igual". Pero no es que le conteste "es igual", el del chiste, porque le sea indiferente, sino porque la ventana no tiene cristal.
Pero todos estos juegos anagramaticales no nos deben despistar de lo más importante, del fondo de las cuestiones, de los bajos fondos de las cuestiones. P.e., ayer fue el Día internacional del cáncer de mama. No es ninguna tontería sobre todo a la vista de que en mi caso personal -si es que sirve de muestra estadística- de 21 puertas que hay en mi bloque, ha habido ya 3 casos de cáncer de mama. Y la vecina de enfrente también ha pasado por lo mismo. A mí no me salen los números. Ni siquiera sé si esa proliferación me salva -estadísticamente hablando- de ser objeto o sujeto de la enfermedad, ya que es probablemente improbable o improbablemente probable que haya más mujeres con más tumores o más mujeres con menos tumores. Después está el hecho de que nos tienen amargados con el colesterol. Entre que cada vez ponen más bajos los intervalos de hipercolesterolemia y que cada vez hay más pastillas hipolipemiantes (y más caras), el tema de la colesterolemia nos afecta a todos: a la vecina de enfrente, a las que tienen cáncer de mama y a las que no, al catalán que decía "es igual", a todo el mundo que está vivo. Y servidora ha llegado a la determinación de que no le van a amargar la vida, ni con esto ni con nada. Está claro que no me voy a dar atracones de grasa, pero si para vivir -en vez de 90 años- 95 me voy a tener que quitar de comer de vez en cuando un pincho de tortilla de patata o chorizo, ya saben mi respuesta. Me "es igual" tener las arterias como los chorros del oro, me importa un pito que me de un ictus y hagan conmigo salchichas en un clinicucho de bien morir, pero lo que es yo mientras pueda comeré dentro de un orden lo que me pida el cuerpo. Ustedes saben que yo sé que ustedes saben que les digo la verdad.


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