21.9.12

Todavía tu piel es suave

O SOLITUDE! if I must with thee dwell,
Let it not be among the jumbled heap
Of murky buildings; climb with me the steep,—
Nature’s observatory—whence the dell,
Its flowery slopes, its river’s crystal swell, 
May seem a span; let me thy vigils keep
’Mongst boughs pavillion’d, where the deer’s swift leap
Startles the wild bee from the fox-glove bell.
But though I’ll gladly trace these scenes with thee,
Yet the sweet converse of an innocent mind,
Whose words are images of thoughts refin’d,
Is my soul’s pleasure; and it sure must be
Almost the highest bliss of human-kind,
When to thy haunts two kindred spirits flee. (*)

John Keats

as flores cuelgan en un ático de secado cerca del lago Sabbathday, lugar que mantiene la tradición de secado de flores desde 1799", nos dice el pie de fotografía del National Geographic. Y lo que no dice es que en este territorio de Maine hay una colonia de Shakers cuáqueros, cuyas creencias sólo sé relacionar con un acercamiento al cristianismo primitivo, impulso que se ha tomado varias veces en la historia. También sé que los Shakers provienen de Inglaterra, de donde se tuvieron que ir a causa de la persecución religiosa en el siglo XVIII. Despista saber que fue la fe de Nixon, James Dean y Walt Whitman, ya que nos movemos tanto por las imágenes y las de estos tres señores son bien diferentes. De repente se me resitúan otras imágenes del estado de Maine, de aquellas casas como aquella en la que pasó Marguerite Yourcenar los últimos años de su vida, tan sencilla, o más grandes. "Pétite plaisance" se ve desde fuera al principio  del vídeo de la célebre entrevista que le hizo Bernard Pivot para "Apostrophes". Pero Mount Desert Island se encuentra casi completamente en el mar, donde cada vez tengo más claro que se fueron los dolores de Rosalía de Castro ("quero ir onde as miñas dores foron").
No recuerdo en qué programa de TV hace unos años se revisionó el vídeo de la entrevista, que dura algo más de una hora, para lo que se invitó entre otros a Lluís Todó, que fue profesor mío de Teoría de la Literatura en la Universidad de Barcelona hasta que -como tantos otros- la abandonó en el éxodo a la Universidad Pompeu Fabra, que no acabamos de saber si es pública o privada, como tantas cosas en nuestra comunidad autónoma. Recuerdo bien que Lluís Todó había acabado de salir como se suele  decir "del armario" o había salido del todo y abiertamente. Por lo que se vio en el papel de reclamar la atención hacia la tristeza que emanaba M.Y. después de la muerte reciente de Grace, su compañera durante muchos años. Cuando he vuelto a ver la entrevista sí que aprecio que la escritora está "blandita", aunque también se la ve satisfecha por ser el objeto de las cámaras y una entrevista que no podía ser banal. Sobrevivir a la pareja e incluso sobrevivir al amor que ya no siente es un trance penoso.
Creo que en las socorridas meditaciones de Marco Aurelio se refleja muy bien el estado en que nos instala la pérdida de eso que Keats en su soneto llama "dos almas gemelas": "Una rama cortada de la rama contigua no puede ser cortada sin serlo del árbol entero. Así también un hombre, separado de un hombre, cae fuera de la comunidad entera. A la rama ciertamente la corta otro, pero el hombre se separa por sí mismo de su vecino si lo odia y le da la espalda. No sabe que se ha escindido también de la convivencia social entera". En las Meditaciones Marco Aurelio sigue con la analogía de las ramas, pero fundamentalmente lo que me interesa rescatar es la idea de que aunque la rama parece que solo se separa de un trozo del árbol, en realidad ya sabemos que se desgaja de todo el árbol.
En el Tarot, uno de los libros más abusados y desvirtuados del mundo, se suele asociar la soledad a El ermitaño, el arcano IX, pero como todo microcosmos podríamos hacer una lectural total del Tarot como una historia de la soledad y la situación de cada cual en la sociedad. Para mí, que hace años que abracé la soledad, aunque no perfectamente, tiene más que ver con otro arcano, el conocido como La estrella. La desnudez de la figura principal, la de la mujer al lado del arroyo, se contrapone a la opaca capa del arcano IX y el cielo estrellado al candil que el ermitaño empuña, su luz mortecina.
Aunque lo acostumbrado es desconfiar de los solitarios yo creo que también se podría desconfiar de los que no pueden estar nunca solos. En mi opinión, la soledad es tan necesaria como lo es la sociedad. Hay veces que se produce la sintonía con los que nos rodean y otras veces todo se hace ingrato, áspero o simplemente absurdo y se siente la soledad como un vacío creativo, desasido, no como el agujero negro con el que nos atemorizan los pájaros del árbol del cinismo de Yeats. El famoso bullying no está solo en las escuelas, está incluso parapetado en los comentarios digitales de la prensa, cuando tres o cuatro linchan al más tímido, que tuvo el valor o el error de hacer valer su opinión. Incluso parece que se ha convertido en un deporte, como cuando en Berlín salían a finales de los ochenta los neonazis a pegar turcos creo que todos los martes. La partida de dominó era más terapéutica o más sana.
Pero hay un género de... ¿deportistas? que no dan la cara, que pseudónima o anónimamente traman enredadas campañas donde se siembra la confusión y se enardecen los peores instintos. También están las alianzas inmundas de los miserables, el gregarismo más vil. Y esa gente que hace burla y mofa de Mahoma o del Islam, que una no sabe bien para quienes trabajan. Por eso, como Hermann Hesse, cuya cita traje con motivo de las hordas independentistas (600.000 personas niño arriba, niño abajo), las multitudes me producen como a él frialdad y desconfianza. Y quien las maneja, más.

*
Me atrevo a decir que por lo menos hasta ahora el poema que más me gusta de Keats es no el soneto que abre el post, sino el conocido como "Al gato de la señora Reynolds". Veo que en internet hay unas traducciones un poco raras y por lo tanto me veo en la obligación de copiar la de Alejandro Valero, que es fiel:

Gato que ya has pasado tu etapa más brillante,
dime ¿cuántos ratones y ratas has matado
en tus mejores días? ¿Cuánto manjar robaste?
Observa con tus lánguidos, vivos fragmentos verdes;

levanta tus orejas suaves, pero, te ruego,
no me claves tus uñas ocultas; lanza al aire
tu agradable maullido, y cuéntame tus lances
con peces y ratones, con ratas y polluelos.

No bajes la mirada ni te chupes las patas,
pues a pesar del asma molesta y de los cortes
que le han dado a tu cola, y de los puñetazos

que cuantiosas criadas te dieron, todavía
tu piel es suave como cuando joven entrabas
siempre en liza saltando las tapias con cristales.

Fotografía de Sam Abell

"¡Oh, Soledad, si tengo que vivir contigo | que no sea en la mañana de oscuros edificios! | asciende la ladera conmigo – observatorio | de la naturaleza -, desde donde esta cuenca, | sus pendientes floridas, sus aguas cristalinas, | ocupan solo un palmo, y velaré contigo | bajo un dosel de ramas, donde el brinco del ciervo | asusta a las abejas sobre las dedaleras.| Pero aunque seguiremos con gozo estas escenas,| el placer de mi alma es el dulce diálogo | con una mente pura cuyas palabras muestran | ideas delicadas; seguro que esto es casi | la dicha más autentica del espíritu humano: | cuando a tus madrigueras van dos almas gemelas" (Trad. de Alejandro Valero)

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