29.11.13

El inconsciente

"Pasarán los pensamientos según las creencias que hayamos ido alimentando: lo que hayamos oído, lo que haya pasado a nuestra zona consciente, lo que surja de la zona inconsciente que teníamos en reserva, a partir de situaciones no comprendidas. Todo lo que vivimos desde el pensamiento, desde la opinión, desde la creencia y no desde la verdad, estará acumulado en espera de ser comprendido. Y a eso se llama inconsciente. El inconsciente se alimenta de aquello que no se ha visto bien. Lo primero que he de hacer por tanto es encontrar una vía para comprenderlo. No bastará con dedicarme a hacer trabajos con el inconsciente, porque de esa forma lo único que haría es acumular más y más cosas no comprendidas. Toda técnica que aplique para cambiar cosas dentro de psiquismo desde el nivel pensado, va llenando más el cuerto trastero del inconsciente, porque inmovilizamos las cosas sin comprenderlas y siempre queda un residuo.
Solamente hay una manera de mantener nuestra mente en libertad, sin dependencias del inconsciente. Encontrémosla. Nos han hablado en psicología de esas dependencias del inconsciente. Y nos asusta que haya algo que nos está moviendo sin saberlo. De hecho, no hay ningún enemigo oculto en el sótano de nuestra consciencia. Nadie está oculto en absoluto. Está siempre apareciendo aquello que se guardó por no haber sido comprendido. Y aparece en cada movimiento que hago en la vida. Todo lo que hago está expresando lo que no comprendí, y cada vez que me muevo en ese mismo lugar estoy arrastrando toda esa incomprensión en forma de deseos, de miedos, de exigencias para mí y exigencias a los demás".


Consuelo Martín, La revolución del silencio, 3ª ed., Madrid: Gaya, 2008, págs. 56-57.