4.12.13

La verdadera alegría

"Aunque la alegría pueda nacer en conjunción con otras condiciones, no está sujeta a esas condiciones; se manifiesta sin ninguna causa material. A veces te despiertas "andando por el aire", con alegría y no sabes por qué. Y cuando te sientas a meditar, la alegría burbujea a tu alrededor, sin ayuda de otros estímulos. La alegría de la meditación es sobrecogedora. Aquellos que no han llegado al silencio de la profunda meditación no saben lo que es la verdadera alegría. No sentimos muy felices cuando se satisface un deseo, pero cuando somos jóvenes sentimos alguna vez una felicidad repentina que parece llegar de la nada. La alegría se expresa bajo ciertas condiciones, pero no nace de esas condiciones. Así, cuando alguien recibe mil dólares y exclama: "¡Qué feliz soy!" la condición de haber recibido mil dólares ha servido únicamente de resorte para disparar la fuente de alegría de la reserva de felicidad que se halla en nuestro interior.
En la experiencia humana, algunos eventos acostumbran a requerirse para aportar alegría, pero la alegría es peremne y nativo estado del alma. el amor es también nativo del alma, pero el amor es secundario ante la alegría ¿Puedes imaginar el amor sin alegría? No. La alegría sirve al amor. Cuando hablamos de la desgracia del amor inalcanzado estamos hablando de un anhelo insatisfecho. La verdadera experiencia del amor está siempre acompañada por la alegría".

Paramahansa Yogananda, El romance divino,  [S.l:] SRS, [s.a.], págs. 8-9