19.12.13

Sacar brillo

"Las calles de Orán nos informan finalmente acerca de los dos placeres fundamentales de la juventud local: hacerse limpiar los zapatos y pasear esos mismos zapatos por el bulevar. Para tener una idea exacta de la primera de esas delicias, hay que confiarles los zapatos, a las diez de la mañana de un domingo, a los limpiabotas del bulevar Galliani. Encaramado en alguno de los altos sillones, uno puede disfrutar entonces de la particular satisfacción que produce incluso al profano el espectáculo de esos hombres enamorados de su oficio, como claramente lo están los limpiabotas oraneses. Todo se trabajo con detalle. Varios cepillos, tres clases de bayetas, el betún mezclado con gasolina: podría pensarse que la operación ha concluido cuando se ve el destello perfecto que nace bajo el cepillo blando. Pero la misma mano entregada vuelve a poner betún en la superficie reluciente, la frota, la empaña, lleva la crema hasta el corazón de las pieles y consigue entonces que brote, bajo el mismo cepillo, un doble y verdaderamente definitivo destello que sale de las profundidades del cuero".

Albert Camus, "El minotauro o el alto de Orán", El verano (Madrid: Alianza Editorial, 1996), págs. 16-17.