27.11.14

Bind is beautiful




ealmente las navajas multiusos Victorinox son admirables. Si uno es capaz de sacarle partido a todas las herramientas que ofrece, que no lo sé, lo que sí está garantizado es que hay que ser muy torpe para pillarse los dedos al intentar extraerlas. Sí, todos conocemos personas que son capaces de hacerse daño hasta con un rotulador, pero estaba pensando en un perfil bajo. Y sin embargo el encanto que tienen los objetos que sirven para infinidad de cosas sin que para ello haya que hacer una Ingeniería Superior, también es digno de admiración. Estoy pensando en las pinzas de la ropa y más aún en las pinzas *abatibles (¿"clips metálicos de pinzas abatibles"?) [ingl. binder clips], especialmente las que se muestran en la pequeña presentación que les he preparado. Hay que distinguir los binder clips de los bulldog clips, más aptos para los artistas por razones que no son el objeto de este post.
Conforme pasan los años las personas, sea el perfil bajo o alto o sin perfil, tendemos a guardar algún cachivache sin utilidad evidente, al que nos une una razón sentimental y no la remota posibilidad de que nos pueda servir. Pero también tendemos a deshacernos sin compasión de muchos objetos que es más que improbable que vayamos a utilizar en la vida. Tampoco es el plan de este post meternos en el portentoso mundo de la basura y el reciclado, que alguna vez ha sido tratado en este blog. El plan es enaltecer la utilidad de las pinzas metálicas abatibles, su módico precio, su incalculable valor, su funcionalidad. Y para ello, sin más, les remito a la presentación y les invito a pensar en otros posibles usos.
Admitiendo que los clips de toda la vida tienen incluso en sus variantes más perfeccionadas una notable utilidad, admitiendo que pueden ser combinados entre ellos también, no tiene ni la resistencia ni la capacidad del clip metálico de pinzas abatibles. De hecho los clips tienen la desventaja de que se pueden oxidar, a pesar de estar tratados,