17.4.15

Patata y Luis





os comedores de patatas (Os comedores de patacas, 1992) es el título de la primera novela que publicó Manuel Rivas, que coincide con el del cuadro de Van Gogh. Lo leí en su momento pero debo admitir que no me acuerdo absolutamente de nada. Aunque siempre gocé de una memoria llamativa, se me ha ido deteriorando y ahora tengo que esforzarme para recordar datos que hace un tiempo se guardaban solos e intactos, siempre disponibles, como un fondo de armario.
Debería decir que una de las delicias que me proporciona más gusto es tener una conversación con alguien que tiene buena memoria. Tengo muchos amigos que la perdieron o que nunca tuvieron esa potencia, cuya compañía es sin embargo muy agradable. Llegados al punto de que una se acuerda aparentemente al menos con nitidez de algo, mientras que el otro no, produce un cierto desazón y la sensación de estar no en un mundo líquido sino evaporado. Hay mucha desmemoria y eso se nota de forma diáfana en el olvido más completo, en que hay personas que se apropian de ideas al hacerlas suyas y las consideran propias, en que hay otras personas a las que les resulta difícil distinguir entre lo que concibieron como una posibilidad y lo que en realidad llegó a ser, en que también hay personas que recuerdan los hechos pero no los tienen bien situados temporalmente en su sucesión, y, por último, pero sin agotar el tema, también hay personas que vistas en una idéntica situación vuelven a caer en una especie de círculo vicioso o bucle y a repetirse en algo que ya suponíamos superado.
De momento sé de qué no me acuerdo, que ya es algo. Me pasa un poco como a mi padre, en los principios del Alzheimer. Mi madre le dijo: "Suárez tiene la misma enfermedad que tú y no se acuerda de que fue Presidente". Mi padre le contestó: "Yo me acuerdo de que no fui Presidente".
Durante mucho tiempo las patatas no se han valorado y lo primero que habría que decir sobre ellas es que hay muchas variedades de patatas, aunque nos refiramos a ellas por el nombre común. Como soy medio tonta lo que más me gusta del besugo al horno son las patatas. Y así todo.
No he conseguido interesarme por ni uno solo de los programas gastronómicos que aparecen en la TV. Me ocurre un poco como con los concursos, solo que además me suelen resultar insultantes para la naturaleza.
Que la patata fue y es un producto de sustento lo supe no cuando fui consciente de las hambrunas de Europa, sino cuando conocí un bromatólogo colombiano experto en enfermedades víricas de las patatas. A pesar de que hay personas que suelen recurrir a pronunciar la palabra "Luis" cuando les toman una fotografía, mucho tiempo se empleó la palabra "patata". "Luis", como en el inglés "cheese" o en el francés "ouistiti", esboza el principio de una sonrisa. "Patata" no, pero parece que obliga a relajar la cara o a una apertura. Tras una temporada en que en las fotos de grupo se oía caóticamente "Luis" y "patata", creo que ha prevalecido "Luis". La verdad es que me sabe mal.

"The Irish question" (De Scott Evans, c. 1880) - Ars Institute Chicago


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